Las noticias de la Agencia DiCYT como herramienta dinamizadora de la transferencia de conocimiento

El edificio histórico de la Universidad de Valladolid (UVa) ha acogido hoy la primera presentación oficial de la Fundación Gadea por la Ciencia, una iniciativa de ámbito nacional que pretende aglutinar “a los científicos que pelean por una ciencia española más competitiva y en beneficio de sus ciudadanos”, tal y como ha destacado su director, José Antonio Gutiérrez Fuentes.

Durante el acto de presentación se ha desarrollado un coloquio en el que han participado el catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Salamanca Miguel Ángel Quintanilla; el catedrático del Departamento de Medicina de la Universidad de Salamanca José Alberto Orfao, el profesor de Investigación del CNIO Mariano Barbacid.

Durante su intervención, Miguel Ángel Quintanilla ha puesto el ejemplo de la Agencia DiCYT como elemento dinamizador de la transferencia de conocimiento en el ámbito de Castilla y León y también en Iberoamérica. Tal y como ha detallado, las noticias que se publican en la Agencia permiten dar a conocer los desarrollos científicos y tecnológicos no solo a los ciudadanos, sino que también empresas y entidades de todo tipo encuentran en DiCYT una fuente de información sobre avances que pueden ser aplicables a proyectos muy diversos a los que, de otra forma, sería muy difícil acceder.

Una mediación entre ciencia y sociedad de la Agencia DiCYT que se ha materializado en la explotación empresarial de desarrollos tecnológicos universitarios, la puesta en marcha de proyectos de investigación internacionales o la aplicación de avances científicos en ámbitos tan distintos como los materiales de construcción, el trabajo agrícola, la psicología, la industria del calzado, el cultivo ‘in vitro’ de plantas o la energía eólica.

En busca de una ciencia española más competitiva y cercana a la sociedad

La Fundación Gadea por la Ciencia es un organismo autónomo formado por científicos que pretende “promover una ciencia de calidad en comunión con la empresa, desarrollar actividades propias y participar en la educación, la divulgación y el prestigio social de la ciencia”. Gutiérrez Fuentes ha detallado las prioridades de la nueva Fundación, entre ellas “dar consejo y orientación sobre desarrollos científicos, reconocer la excelencia, fomentar la interacción entre agentes, aumentar o atraer más financiación para la I+D+i, profesionalizar la gestión o conseguir que los ciudadanos se sientan atraídos por la ciencia y sus beneficios”.

En estos momentos, este ‘lobby’ está compuesto ya por 260 científicos adscritos a 12 áreas de conocimiento y agrupados en un órgano de participación, el Consejo Científico de la Fundación. Para incorporarse al mismo, es necesario acreditar una serie de requisitos de excelencia investigadora.

Desde su puesta en marcha hace poco más de un año, la Fundación ha desarrollado un programa de formación de gestores de I+D+i denominado PADIIT y dos simposios científicos: uno sobre Big Data y sus aplicaciones y otro sobre la terapia actual del cáncer. Según ha avanzado Gutiérrez, se prevé un tercer simposio para el próximo mes de junio sobre biodiversidad y biomasa.

Para este año, la entidad prevé poner en marcha el Programa Lanzadera, una convocatoria abierta a todas las áreas de conocimiento en la que se seleccionarán dos proyectos de investigación con potencial para generar transferencia de conocimiento y patentes que tendrán acceso a sendos préstamos reembolsables. También se organizarán debates por la ciencia, para acercar temas de actualidad a la sociedad, se presentará la Fundación en las demás comunidades autónomas y se creará un boletín informativo, entre otras acciones.

Quintanilla ha valorado que iniciativas como la Fundación Gadea por la Ciencia “son estrategias de promoción de la ciencia que no han sido prioritarias en los últimos años pero que quizás señalan el camino por donde avanzar”. En el acto de presentación también han estado presentes la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, y el rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo Cabrerizo.